Durante mucho tiempo ha sido habitual hablar de que la población en España no crecía y estaba estancada. Pero lo cierto es que las proyecciones apuntan a una ola de inmigración que va a permitir hacer crecer los habitantes en nuestro país en los próximos 15 años a una media interanual del 0,7%.
Esto genera una interesante oportunidad para el mercado del gran consumo, máxime cuando estamos inmersos en un ciclo de estabilidad, en donde los volúmenes se muestran estables y hay que estar ojo avizor a las oportunidades que las tendencias socioeconómicas nos presentan. Como el mencionado ejemplo de los residentes extranjeros.
El incremento de estos hogares, que en los próximos 15 años serán 2 de cada 10 en España es, sin duda, un gran reto pero también una gran oportunidad. Conocer y entender sus hábitos y tendencias es fundamental para satisfacer sus demandas, y esto incluye desde adecuar el surtido en los lineales a la propia innovación o la comunicación misma, siempre atendiendo además a los diferentes orígenes, ya sea latinoamericano, asiático, africano, etc., y dentro de estos grandes colectivos las propias diferencias que pueda haber entre nacionalidades.
Lo cierto es que si observamos la tendencia actual de los hogares extranjeros en el momento presente, su gasto dentro del hogar más que duplica la media nacional, concretamente un 10,1% frente al 4,3% (en el acumulado de los 6 primeros meses de 2025 versus el mismo periodo del año anterior).
Si ampliamos el foco a la composición de la cesta de la compra, se observa cómo hay productos que superan en doble dígito su penetración en los hogares extranjeros frente a la media nacional, como los zumos, la mantequilla, los cereales de desayuno y la repostería. En cambio, es sensiblemente inferior en pescados y mariscos no procesados o aceitunas.
El ejemplo de los hogares latinoamericanos
Si observamos las nacionalidades con mayor presencia de personas viviendo en España, casi la mitad son nacidos en Latinoamérica, que concentran 1,6 millones de hogares en nuestro país.

Entre otras características respecto a la media nacional, tienden a comer más dentro del hogar, hacen menos compras frecuentes, pero con algo más de carga, comparan precios, buscan promociones y tratan de ahorrar y controlar gastos, además de comprar más marca de la distribución.