A pesar de una coyuntura económica aparentemente favorable, el consumidor mantiene el freno de mano puesto en sus gastos discrecionales, incluido el canal horeca. De ahí la necesidad de buscar oportunidades para la alimentación y bebidas fuera del hogar, no quedándose en la superficialidad sino buscando nichos de crecimiento.
Para ello el sector debe dejar de lado las medias y los promedios y leer entre líneas para identificar esas oportunidades, pues si bien vemos a los consumidores más contenidos, en realidad 6 de cada 10 mantienen o incrementan su gasto fuera del hogar.
Tampoco podemos quedarnos con las generalidades en términos de población: extranjeros residentes, generaciones más jóvenes o los seniors nos delimitan un entorno que exige segmentar. Conocer sus tendencias es clave para aprovechar las oportunidades que brindan, ya que tienen gustos, preferencias y hábitos diferentes.
Precio: sí, pero no lo es todo…
Por otra parte, si nos atenemos al factor precio, si bien el ‘low cost’ ha ido irrumpiendo en múltiples canales, incluso la moda o las gasolineras, es importante, pero no es lo único, pues si fuera así, los españoles no saldrían a comer fuera. En realidad, conveniencia y experiencia son dos ejes que pueden ayudar a redefinir la ecuación de valor.
Conveniencia es un driver que trae viento de cola. Y para muestra un ejemplo: la hamburguesa con pan. El 35% de las ocasiones de consumo de dentro del establecimiento se hacen por la experiencia y el 25% de las que suceden fuera del local (take away y delivery) por conveniencia. Trabajar ambos de manera adecuada pueden aportar penetración incremental.
También hay consumidores que demandan no solo precio, sino una excusa que justifique ese desembolso, y eso pasa por generar experiencia vinculada a la celebración, donde las ocasiones de consumo están creciendo, hasta un 11%, en un contexto general en el que los españoles salen menos veces. Y se trata de un momento en el que surgen varios espacios de crecimiento dado que tienen un mayor ticket promedio y concentran de media a más personas.
El auge del listo para comer
Profundizando en el eje de la conveniencia, el listo para comer se encuentra en plena expansión y registra ya un 98,6% de penetración anual, es decir, prácticamente todos los consumidores lo consumen al menos una vez durante el año.

Aquí el factor tiempo contribuye casi en su totalidad al crecimiento de la categoría, hasta un 85% frente aquellos que la consumen por no saber hacer una receta. Lo cierto es que 6 de cada 10 hogares declaran no disponer de tiempo suficiente para cocinar y la conveniencia es actualmente el primer driver de consumo, por encima del placer, el sabor o la salud (si bien un producto puede aunar más de un driver, siempre hay uno que es hegemónico). De ahí que el listo para comer donde está robando ocasiones es a la comida casera, aunque en menor medida también a la hostelería.